El ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Andrés Romera ha alzado la voz en defensa de la energía nuclear como parte clave del futuro energético de España, alertando sobre los obstáculos fiscales y políticos que enfrentan las compañías explotadoras de centrales nucleares.
Romera denunció que las empresas del sector están dispuestas a seguir operando, pero se ven asfixiadas por una elevada carga impositiva. “Las compañías explotadoras de las centrales nucleares quieren seguir hacia delante, pero no pueden tener 60 euros el megavatio y que la mitad sean impuestos”, afirmó. A esto se suma, según explicó, la reciente intención del gobierno de aprobar una ley que permitiría a la empresa pública contratar ingenierías para iniciar el desmantelamiento de las plantas nucleares.
Para el ingeniero, la posición del ejecutivo se basa en una aplicación rígida del principio de “quien contamina paga”, sin tener en cuenta la situación económica del país ni ofrecer alternativas claras. “El gobierno no quiere rebajar los impuestos porque tiene la teoría de que quien contamina paga, pero no ejecutan un plan claro acorde a la realidad económica. En cambio, las empresas quieren continuar”, señaló.
Romera aclaró que no se opone a las energías renovables, sino que apuesta por un modelo energético equilibrado: “No soy anti fotovoltaica ni anti eólica, sino que debemos coordinar todas las posibles fuentes de energía para que podamos tener una productividad continua, sumando la energía nuclear del siglo XXI”.
En este sentido, destacó que “hay 14 países de la UE que quieren volver a la energía nuclear, con minicentrales que se pueden aglutinar en distintos puntos, que son más baratas y, además, mucho más fáciles de construir”. Este modelo modular permitiría, según Romera, una implementación más ágil, segura y económicamente viable.