Mi más sincera felicitación a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y al delegado de Patrimonio Histórico, José Luis Moreno. Cuando toca toca. Me conocen de sobra siempre suelo ser autocritico o políticamente incorrecto, pero en esta ocasión toca aplaudir el objeto de la Beca de Arqueología José Llorca 2025 aunque tengo un, pero sigue con la misma dotación de siempre, 8.000 euros.
Y miren se demuestran nuevamente dos cosas con la beca que el Servicio de Arqueología es transversal en su labor, no sólo se dedica a excavar o a “parar obras”, como siempre aducen algunos constructores o promotores cuando les demoran sus trabajos, y en esta ocasión quien resulte adjudicatario de la beca tendrá como finalidad.
Bueno todo lo dicho es porque el objeto de este año es la elaboración de un inventario y catalogación de rótulos y placas y otros elementos históricos situados en las fachadas de de edificios y lugares accesibles de la ciudad y sus pedanías que forman parte de la imagen y del paisaje que por falta de cuidado y mantenimiento ha ido desapareciendo por la construcción a lo largo del tiempo u otras circunstancias ilícitas en algunos casos sin apercibimiento de la administración.
Generalmente estos rótulos son de cerámica, piedra o metal y, tal como reza el objeto de la beca, se hace referencia a placas de calles históricas, conmemorativas.
La Ley de Patrimonio Cultural Valenciano de 1998 fue la primera que puso en valor estos elementos incluyendo una disposición adicional protegiendo como Bienes de Relevancia Local (BRL) estos elementos, pero con anterioridad a 1940.
Sin embargo, hay muchos más elementos de estas características con valor patrimonial sin haberse tenido en cuenta en la normativa.
La delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Valencia impulsó hace varios años la realización de estudios parciales, pero no existe uno amplio donde se incluyan las distintas tipologías de los rótulos, carteles, anuncios, u otros ni tampoco se ha hecho una localización topográfica, es decir donde están.
Además, en este tiempo algunos pueden haber desaparecido incluso estando protegidos sin haberse tenido en cuenta su protección por la legislación. Algún caso existe conocido en el barrio del Grao de Valencia cuyos dueños retiraron el rotulo con el visto bueno de los técnicos municipales.