En la festividad del copatrón de la ciudad, miles de personas participaron ayer en la tradicional rogativa dedicada a Sant Vicent en Llíria, que recuerda cada año el milagro obrado por el santo valenciano en el año 1410, en el que hizo rebrotar el agua del manantial que estaba seco.
En una de las jornadas festivas más importantes del año en la localidad, que se pudo celebrar con normalidad a pesar del apagón, las personas participantes acompañaron la imagen de Sant Vicent hasta el parque donde se sitúa la ermita dedicada al santo. También se sumaron a este multitudinario acto el alcalde Joanma Miguel, la concejala de Fiestas Mª José Llopis, el resto de miembros de la Corporación municipal, así como la Clavaría y Mayoralía y representantes de la Cofradía de Sant Vicent Ferrer.
El enclave natural fue el punto de encuentro de la ciudadanía edetana en este día que combina tradición y devoción. Tras el popular almuerzo, se celebró en el templo vicentino una misa concelebrada con sermón en valenciano. Después, se realizó, en acción de gracias, la bendición de las aguas junto al olivo donde predicó el padre Vicent Ferrer.
Con ello, la comitiva volvió al casco urbano, donde se celebró el siempre emotivo encuentro entre las imágenes de los patrones de Llíria, Sant Vicent y Sant Miquel, en el barrio del Pla de l’Arc, para finalizar el recorrido en la basílica de la Asunción.
Los actos de la jornada festiva concluyeron con la actuación de una orquesta en la plaza Major. Las fiestas vicentinas continuarán en Llíria hasta el próximo domingo con la celebración de diversos actos religiosos y culturales