El CEO del think tank I-deas, Albert Brand, ha lanzado una advertencia sobre las limitaciones geopolíticas y técnicas a las que se enfrenta España en su intento por convertirse en un gran exportador de energía renovable hacia el resto de Europa.
Según Brand, el principal obstáculo está en Francia, país que “no nos va a dejar interconectarnos y pasarle toda la energía que necesita Europa porque nuestra potencia es renovable y la suya es nuclear”. En este contexto, ha señalado la posibilidad de explorar otras vías de interconexión, como los cables marítimos hasta Italia, que permitirían sortear el cuello de botella francés y conectar directamente con el corazón energético europeo.
El experto ha recordado que España no es nueva en el aprovechamiento de las fuentes limpias. “Llevamos más de 100 años con energías renovables, como las fábricas de luz que habían cerca de los ríos”, ha dicho, en referencia a las antiguas centrales hidroeléctricas que fueron pioneras en la producción de electricidad a partir de fuentes naturales.
Brand también ha hecho hincapié en la necesidad de diversificar las tecnologías de almacenamiento. “Las grandes baterías debemos intentar que no sean solo de litio, porque la única ventaja es el peso”, ha advertido, sugiriendo que hay margen para desarrollar alternativas más sostenibles y eficientes.
En cuanto a la infraestructura energética existente, el CEO de I-deas ha abogado por su adaptación en lugar de su desmantelamiento. “Las de ciclo combinado se pueden mantener pero generar con biogás”, ha explicado, planteando un uso renovable de estas plantas de respaldo. Respecto a la energía nuclear, ha sido tajante: “solo si se tiene con deterioro, que eso solo se utiliza en Japón”, dando a entender que su uso debe reservarse para casos excepcionales o contextos muy específicos.
