Los procesos degenerativos de rodilla se han convertido en una de las afecciones más comunes. Se estima que entre el 15% y el 20% de la población mundial presenta algún grado de osteoartritis de rodilla, y este porcentaje aumenta con el envejecimiento. De hecho, cerca del 50% de las personas mayores de 65 años experimentan algún tipo de dolor o limitación funcional debido a esta enfermedad según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
Tal como explica el doctor Pepo García, traumatólogo especializado en rodilla del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “la osteoartritis de rodilla, el proceso degenerativo más común, se caracteriza por el desgaste del cartílago articular, lo que causa dolor, rigidez y pérdida de movilidad en la articulación. Esta condición no solo afecta a personas mayores, sino también a aquellas que han sufrido lesiones previas en la rodilla, como esguinces, fracturas o cirugías, y a individuos con factores de riesgo como sobrepeso o actividades que requieren un esfuerzo excesivo de la articulación. La artrosis no es hereditaria, pero sí tiene un componente de riesgo genético”.
Con un diagnóstico temprano y un enfoque integral en el tratamiento, las personas pueden mejorar su calidad de vida y gestionar los síntomas de manera efectiva. “Es fundamental que los pacientes busquen atención médica ante los primeros signos de dolor o limitación en la rodilla para prevenir daños mayores y elegir el tratamiento más adecuado a su situación”, afirma el profesional.
Tratamientos disponibles
Actualmente, existen diversas opciones de tratamiento, que varían según el grado de degeneración de la rodilla y las características individuales de cada paciente. Según explica el profesional, “los tratamientos más comunes incluyen medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación con analgésicos y antiinflamatorios no esteroides (AINEs). Incluso en algunos casos, se recetan medicamentos más fuertes o inyecciones de esteroides para controlar el dolor en etapas avanzadas”. Por otra parte, es clave la terapia física con programas de ejercicios y fisioterapia para mejorar la movilidad y fortalecer los músculos que rodean la rodilla, lo que ayuda a reducir la carga sobre la articulación afectada y subraya que “además, las inyecciones de ácido hialurónico ayudan a mejorar la lubricación de la articulación, lo que puede aliviar temporalmente el dolor y mejorar la movilidad”.
“Para nuestra unidad de rodilla, -agrega el doctor García-, es muy importante el abordaje multidisciplinar, trabajar de la mano con rehabilitadores y fisioterapeutas tratando de ofrecer una atención personalizada a cada uno de nuestros pacientes’’. Además, “disponemos en la unidad de tratamientos con factores de crecimiento, plasma rico en plaquetas, ácido hialurónico y otros biomateriales que ayudan al tratamiento de lesiones y a la preservación articular”.
Cirugía de preservación articular
La cirugía también es otra opción en los casos graves cuando otros tratamientos no han sido efectivos. “Esto puede incluir una artroscopia para limpiar la articulación o, en casos más extremos, un reemplazo total de rodilla”, comenta el doctor García quien afirma que “en nuestra unidad realizamos cirugía de preservación articular que tiene como objetivo preservar y prevenir la aparición de la artrosis, sin olvidar la cirugía protésica que cuenta con todos los avances tecnológicos, tanto en el diseño de los materiales como en la técnica”.
En esta cirugía se pretende restaurar el movimiento normal de la articulación y su funcionamiento manteniendo la rodilla original del paciente, a diferencia de la cirugía protésica. “Las técnicas de preservación articular han permitido a las personas posponer la cirugía de prótesis de rodilla. En general, se realizan en pacientes que tienen áreas localizadas de patología, que condicionan limitación articular o en aquellos casos en los que la cirugía de prótesis de rodilla puede no estar indicada debido a su edad o nivel de actividad”, agrega el especialista.
Prevención y hábitos saludables
Aunque no se puede prevenir por completo el desgaste del cartílago, existen medidas que pueden retrasar su aparición o minimizar sus efectos. “Mantener un peso saludable, practicar ejercicio físico de bajo impacto (como nadar o caminar), y evitar actividades que ejerzan una presión excesiva sobre la rodilla son acciones clave para proteger esta articulación”, concluye el doctor García.
Sobre Vithas
El grupo Vithas está integrado por 21 hospitales y 39 centros médicos y asistenciales distribuidos por 14 provincias. Los 12.600 profesionales que conforman Vithas lo han convertido en uno de los líderes de la sanidad española. Además, el grupo integra a la Fundación Vithas, Vithas Red Diagnóstica y la central de compras PlazaSalud.
Vithas, respaldada por el grupo Goodgrower, fundamenta su estrategia corporativa en la calidad asistencial acreditada, la experiencia paciente, la investigación y la innovación y el compromiso social y medioambiental.