PP y Vox reafirman su alianza: Presupuestos aprobados entre abrazos y gritos de «dimisión»

En una sola sesión y a altas hora de la noche. Sin sorpresas y con una nítida división por bloques, Les Corts Valencianes han dado luz verde a los Presupuestos de la Generalitat para 2025 y la Ley de Acompañamiento gracias a los votos de PP y Vox. La sesión no solo certificó la aprobación de las cuentas, sino que también puso de manifiesto la férrea unidad entre ambos partidos, quienes rechazaron de forma unánime las cerca de 4.000 enmiendas que PSPV y Compromís habían mantenido ‘vivas’. Frente a un simbólico 0,6% de propuestas de la izquierda aprobadas en comisión, el bloque de gobierno no mostró discrepancias, respaldándose mutuamente en todas las enmiendas, algunas incluso con negociaciones y cambios de redacción de última hora.

La votación en Les Corts Valencianes significó un «balón de oxígeno» para el presidente Carlos Mazón tras meses de desgaste, y a su vez, sirvió para conmemorar el segundo aniversario del triunfo electoral que unió a populares y voxistas en el gobierno. La imagen de Mazón abrazando a su vicepresidenta, Susana Camarero, y a la consellera de Hacienda, Ruth Merino, para luego estrechar la mano del síndic de Vox, José María Llanos, en el centro del hemiciclo, simbolizó la reactivación de este pacto fundamental para la segunda mitad de la legislatura, pese a que Vox ya no forme parte del Consell.

La aprobación de estos presupuestos, los segundos más tardíos en la historia de la Comunitat Valenciana al llegar con cinco meses de retraso y solo medio año para su ejecución, se produce en un momento político complejo para el Consell, que gobierna en minoría parlamentaria y con la figura de Mazón debilitada por la gestión de la dana del 29 de octubre. Sin embargo, para la coalición, tener unas cuentas propias es un signo de estabilidad y responsabilidad. Juanfran Pérez Llorca, síndic del PPCV, celebró que Mazón «cumple con sus funciones», destacando que la Comunitat Valenciana será «de las pocas autonomías con presupuestos» y el único barón del PP que, dependiendo de Vox, ha logrado aprobarlos. Su homólogo de Vox los calificó de «casi históricos».

Mientras tanto, la bancada de la izquierda expresó su rotundo rechazo con protestas continuas, exhibición de carteles y gritos de «Dimisión, dimisión», «Volem votar, volem votar» y «sinvergüenza». Líderes como Diana Morant (PSPV) y Joan Baldoví (Compromís) cargaron duramente contra el contenido de los presupuestos, calificándolos de «odio» y «persecución», y considerándolos «un pago en especie» para que Mazón «salve su cuello». Morant lamentó que la Comunitat Valenciana sea «la primera comunidad autónoma en este país donde gobierna Vox», mientras Baldoví sentenció que las cuentas «solo responden a dos intereses: el de Mazón de salvar su cuello y el de la extrema derecha de imponer su agenda ideológica».

Durante las más de diez horas de debate, socialistas y valencianistas expusieron recortes en diversas áreas y denunciaron la dependencia de Mazón de la ultraderecha. Por su parte, el PP defendió los presupuestos como un «acto de responsabilidad», enfatizando su apuesta social y criticando al Gobierno central por el «ninguneo» en recursos y la falta de su propio proyecto financiero.

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