Catalá da inicio a la Era Catalá y acaba la del Rialto

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, tuvo su turno en el Fórum de New Economía que tiene como escenario el centenario Hotel de Las Arenas y lo hizo bajo la letra de Joan Manuel Serrat de “La Mujer que yo quiero” pero le cambió un poco la letra, se permitió esa licencia, y cambió el titular por “La Valencia que yo quiero” y dijo…… “La Valencia que yo quiero, no necesita. Deshojar cada noche una margarita. La VLC que yo quiero es fruta jugosa. Prendida en mi alma como si cualquier cosa”

A partir de ahí una Catalá segura en sus palabras y ante un foro diverso, sin necesidad de presentador como lo tienen otros presentes en el Fórum, empezó a desgranar lo que le espera a Valencia en los próximos días, semanas, meses y años. Hubo bastantes anuncios como sí hoy empezará la Era Catalá y la Era del Rialto acabará tras dos años de apenas movimientos del partido de la Gaviota.

A buena fe que muchos de los asistentes se quedaron sorprendidos, otros no, como cuando citaba la buena sintonía con la presidenta del puerto, Mar Chao, o con la mejora de la calidad de la ciudad frente a la mirada de diversos responsables de contratas municipales como Pavasal o SAV no vi a Fovasa. Algo dejó claro, esta ciudad ha cambiado, seguirá cambiando y ella va a liderar ese cambio con miras metropolitanas. Ya era hora.

Habló de que el PGOU de 1989 de Alejandro Escribano fue un buen plan, normal Escribano fue el dibujante y diseñador pero hubo otros como Josep Sorribes, el pensador del mismo, y también anduvo González Móstoles, el profesor. Tiene razón Catalá cuando dijo “la ciudad de hoy ha definido sus propios limites respetando la mayor huerta periurbana de Europa” y yo diría en exceso, pero no habrá quien me discuta como se riega o se cultiva, aunque este escriba lo hiciese de joven en tierras de Garaballa y arrimando el hombro, pero eso es otra historia.

Catalá avanzó, y ya era hora de que, en el pleno de septiembre, es preceptivo su paso también en la Comisión de Urbanismo y junta de gobierno, la fase ambiental de la revisión y actualización de las normas urbanísticas del futuro PGOU cuyo contenido tendrá, como debe ser, una visión más metropolitana. Ojo a estos datos porque como se contemple sacar a exposición pública esa fase ambiental en agosto estimada alcaldesa me miraría mucho aplazarlo porque agosto es agosto para todos y eso de hacerlo cuando uno no está pues eso.

Habrá que volver a hacer memoria y recordar que a principios de 2015 cuando todo estaba listo para la revisión del PGOU, pero la llegada del equipo del Rialto lo frenó y de calado sólo se puso en marcha el Plan de Directrices de las 23 áreas o planes especiales más las pedanías. De esto dijo Catalá tener en marcha 12. Una cifra llamativa cuando sólo hay aprobados dos, El de Ciutat Vella y el Cabanyal. No me constan en mis cifras esos 12 pero no le voy a quitar la razón pero en breve escribiré de ello lo cierto es la necesidad de una reordenación geográfica de esas áreas porque, sirva de ejemplo la que agrupaba Malvarrosa, Cabanyal-Canyamlear y El Grao ha implosionado porque del primero hay un en proceso, el otro está aprobado y del Grao más bien en Aumsa debería unificar la parte norte y la sur.

Ha anunciado el inicio, por fin, del pistoletazo del PAI del Grao en julio, pero ojo es el inicio, incluido este compromiso en las previsiones de Aumsa de 2025, Bien poco a poco cumpliendo como supongo lo hará con los de Torrefiel, Castellar o Ciudad Fallera donde el freno a usos de las naves debe ir acompasado con un plan de inversiones para unos profesionales que claman por preservar un oficio de cuyo futuro se ha comprometido a mantener Catalá. Y recordó el desbloqueó del de Benimaclet. “No quiero una ciudad franquicia», aseveró

Curioso fue el anuncio de la ordenanza para unificar criterios de imagen en el centro histórico. Me imagino irá más allá de los colores ya establecidos, de preservar más los comercios centenarios y/o emblemáticos y dijo que va a conceder licencias para 200 nuevas viviendas protegidas.

Un anunció que agradó fue el desembarco de Microsoft en La Harinera, en esa zona colindante de Las Naves de Juan Verdeguer. Atrás quedó el compromiso de uso social y cívico para el barrio de ese edificio. Supongo tendrá alguna sorpresa para los vecinos de un barrio que poco a poco comienza a resurgir con residencia para estudiantes y dejando atrás el mercado de la droga, ojalá sea así.

Ya les contaba antes algunos de los asistentes al evento que antes de su celebración ya despertó interés. No le falló el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien estuvo con su secretario autonómico, Santiago Lumbreras, los rectores de las universidades de València y la Politécnica, y de la Universidad Europea, representantes de la CEV, como José Vicente Morata, Diego Lorente (AVE) o Eva Blasco. También los Comerciantes del Centro Histórico, Mª José Broseta, de la Federación de Asociación de Vecinos quien hizo un hueco en su preparación de estos días de semana ciudadana, las patronales de la educación, como Feceval y representantes del CERMI y el delegado de la ONCE. Además de los representantes sindicales y de la federación de Turismo (Fotur), y el Consell Valencià de Cultura, Josep María Lozano, Andrés Goerlich, Santander, Iberdrola, quien patrocina el acto, o KPMG entre los representantes de empresas.

Y Catalá que sabía se iba a producir esa pregunta sobre ir de cabeza de lista a la Generalitat contestó «No hay ninguna probabilidad de que no vuelva a optar a la alcaldía de València. Yo pelearé para que me voten a mi» y calificó de “titánica” la gestión sobre la Dana, evidentemente lo hecho desde la Generalitat y desde la corporación local.

No dejó de lado la Cultura. Ella fue consellera de Educación y Cultura y es amante de la historia de Valencia y de su mundo arqueológico. Su concejal José Luis Moreno lo tiene en cuenta, aunque deberá reforzar el personal para cumplir compromisos. En ese sentido Valencia volverá a tener museos tras casi 20 años como el Museo del Mar en la Casas dels Bous, aunque es una de las tres sedes anunciadas; el Centro de Interpretación del Santo Cáliz, en la Casa del Relojero, y el Centro de Artes Escénicas Bombalino en el Canyamelar, que bonito fue escuchar su disociación del Cabanyal a ver si ya lo separan que tiene personalidad propia y pasamos a tener barrio nuevo tras una propuesta de guión planteada en su día por un grupo pequeño de personas. La que liaron.

Destacó la estrategia Valencia Music City, que buen valedor tiene en ese frente y a buena fe lo trajo Catalá por saber de su buen hacer profesional en el mundo de la cultura que no cultureta,  

Y anunció que Valencia volverá a tener vela de primer nivel en relación directa con la Copa del América todo ello tras hacer agua la Sailling y no ha sido porque Valencia ha roto sino porque los promotores cambiaron las reglas de juego una vez acordadas aprovechándose del trágico momento de la DANA. El Náutico, el de Valencia, actuó bien defendiendo los intereses de la ciudad.

Y remató la faena Catalá como si de una arquitecta se tratara trazando los rumbos en tono de política nacional. El gobierno no está pensando en las necesidades de esta ciudad, sino en resolver una situación asquerosa, de un país que se levanta cada mañana con audios de prostitutas pagadas con dinero público», en alusión a las escuchas del caso Koldo  y el informe de la UCO donde aparecen dos secretarios de organización del PSOE, uno valenciano.

Catalá ha defendido su dos primeros años, con apagón, Dana e incendio trágico en Campanar, y en la tarde de hoy toca con sus militantes. A ver que pasa con el fuego amigo.