La presidenta del Club Náutico de Valencia, Marisa Arlandis, ha lanzado un contundente mensaje en defensa del histórico club ante lo que considera una ofensiva por parte de multinacionales que buscan hacerse con el control de instituciones náuticas en todo el mundo. En declaraciones recientes, Arlandis ha denunciado “una red de intereses que pretende desestabilizar” una entidad con más de un siglo de historia, que ha sido clave en la proyección deportiva y turística de la ciudad.
“Vamos a proteger lo que es nuestro. Nadie permitiría que una multinacional tomara el control de un parque natural, y esto es lo mismo: el Club Náutico es patrimonio de Valencia, abierto a toda la ciudadanía, comprometido con el deporte base y con una visión sostenible del mar”, ha afirmado con rotundidad Arlandis, quien ha anunciado además su intención de presentarse a la reelección como presidenta.
La mandataria asegura que se ha acelerado un procedimiento administrativo “por parte de agentes interesados”, y apunta a una presión creciente por parte de grandes inversores internacionales. Frente a ello, reivindica el ADN del club como “un auténtico polideportivo del mar”, donde se forma a generaciones de jóvenes deportistas.
Sobre la proyección internacional del club, Arlandis ha defendido el papel de Valencia como epicentro del deporte náutico de alta competición. “Tenemos un campo de regatas espectacular, unas condiciones óptimas para navegar casi a diario y unas infraestructuras que nos permiten soñar con recuperar grandes eventos como la Copa América”, ha afirmado. En ese sentido, ha recordado que Valencia ya era la favorita para repetir como sede antes de que se asignara la organización a Barcelona.
Además, ha resaltado el impacto de eventos como la Copa de la Reina, que permite realizar hasta 56 pruebas en el mar, y el papel de Valencia como hub internacional de diseño naval. “Los mejores diseñadores de barcos se quedaron aquí tras la Copa América, creando una industria potente con técnicos, empresas y familias de regatistas que hoy tienen su hogar en nuestra ciudad”, ha explicado.
Sobre el paso de la Dana y sus consecuencias en la organización de competiciones, Arlandis ha lamentado que no se pudiera acometer un proyecto clave de clasificación olímpica “por la falta de presupuesto y la falta de apoyo por parte de la dirección del evento”, pese al trabajo conjunto entre administraciones.
Por último, ha sido crítica con la imagen internacional de Valencia tras episodios de gestión turística polémica. “Valencia cayó en picado en reputación, y cuando un profesional no puede garantizar limpieza o seguridad, pierde la confianza del cliente. Ahora estamos trabajando para recuperar ese mercado, pero ya se han perdido productos valiosos”.



