Barroca y neobizantina: dos iglesias de Valencia encaran la recta final de su restauración

Dos templos católicos de Valencia con evidente diferencia de ‘edad’ y estilo, la barroca Iglesia de los Santos Juanes y la neobizantina Iglesia del Colegio de los Jesuitas, se encuentran en las fases decisivas de sus ambiciosos proyectos de restauración, prometiendo devolver el esplendor a un patrimonio artístico y religioso de incalculable valor para la ciudad.

Santos Juanes

La restauración de la Iglesia de los Santos Juanes, declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1947, avanza a buen ritmo y se prevé que su renovada imagen se descubra en el último trimestre de este año. Tras finalizar en octubre de 2024 la intervención arquitectónica de sus fachadas, que subsanó deficiencias estructurales y recuperó su carácter original, los trabajos se han centrado ahora en la minuciosa recuperación de los frescos de la bóveda, obra del célebre Antonio Palomino.

Estos esfuerzos, dirigidos por la catedrática Pilar Roig de la UPV, se complementan con la renovación de revestimientos e instalaciones de iluminación. A pesar de estas intensas obras, el templo permanecerá abierto, habilitando la Capilla de la Comunión para garantizar la continuidad del culto. Este proyecto integral, liderado por el arquitecto Carlos Campos y ejecutado por Estudio Métodos de Restauración (EMR), ha contado con la colaboración de la Fundación Hortensia Herrero para su exterior.

Iglesia Jesuitas Valencia

Por su parte, la Iglesia Jesuitas Valencia ha iniciado el pasado 12 de mayo de 2025 la tercera y última fase de su monumental proyecto de restauración integral, iniciado en 2020, con una finalización prevista para diciembre de 2026. La empresa Noema Restauradores SL es la adjudicataria de esta etapa crucial, descrita por el arquitecto Xavier Laumain como la más ambiciosa hasta la fecha.

La intervención en este templo ha sido un proceso continuo. Una fase de emergencia inicial (2020) estabilizó la estructura y solucionó problemas graves de goteras, incluyendo la restauración de forjados y cubiertas. Posteriormente, se abordó el pavimento de la nave central, donde se instaló un moderno sistema de suelo radiante con reproducción idéntica del hidráulico original. Una segunda fase se dedicó a elementos de gran valor artístico: las 77 vidrieras, consideradas el conjunto más grande de la Comunidad Valenciana, restauradas por el maestro Ximo Roca, y el centenario órgano Palop, recuperado por el taller de Frédéric Desmottes.

La fase final en curso contempla la restauración integral de la decoración interior de la nave principal (pinturas y dorados), el coro, los colaterales y todos los elementos anexos como orfebrería, luminarias y candelabros. Crucialmente, se realizará la recuperación completa de todas las fachadas exteriores del edificio y la renovación de las instalaciones, especialmente las eléctricas y de iluminación, para realzar su valor. Laumain destacó la impresionante bóveda azul estrellada y la fachada principal, que recuperarán su «potente» estado original, así como la restauración de los torreones y la espadaña, que volverá a albergar sus campanas. Con esta intervención, la Iglesia o capilla del Colegio de Jesuitas de la ciudad (que ya no imparte docencia reglada desde hace años) busca no solo preservar su inmenso patrimonio, sino también consolidar su rol como referente cultural y espiritual en la ciudad.

Imagen: Interior de la iglesia de los Jesuitas. ©Betzhabet Melo Medina

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