La Comisión Europea ha anunciado un avance significativo en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, tras acordar una suspensión temporal de las represalias arancelarias. Esta medida, que se mantendrá por seis meses, busca facilitar el cierre de un acuerdo que fijaría un gravamen máximo del 15% a los productos europeos, evitando así una escalada en la guerra comercial.
Este pacto político, alcanzado el pasado domingo de julio entre la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se materializará en una declaración conjunta que servirá como hoja de ruta para la política comercial entre ambos bloques, aunque no será legalmente vinculante.
Según el portavoz de Comercio de la UE, Olof Gill, la Comisión «tomará las medidas necesarias para suspender las contramedidas de la UE contra los Estados Unidos, que debían entrar en vigor el 7 de agosto». Esta decisión de urgencia se ha tomado para dar un respiro a las negociaciones y ultimar los detalles de la declaración.
Bruselas considera que el gravamen general del 15% es «aceptable» siempre y cuando sea el límite máximo, incluya todas las tasas comerciales y no se acumule a otros aranceles. El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, defendió el acuerdo como «el mejor posible» en las «muy difíciles» circunstancias actuales, subrayando que frena una guerra comercial con graves consecuencias.
La UE había preparado una respuesta que implicaba medidas sobre 93.000 millones de euros en compras a EE. UU. en caso de fracaso de las negociaciones, pero la suspensión de estas acciones demuestra la voluntad de ambos lados por encontrar una solución diplomática. Aún quedan por concretar algunos sectores, como el del vino y las bebidas espirituosas, a los que por ahora se les aplicará el arancel general del 15% mientras continúan las conversaciones.
