Monzó rechaza la condonación de la deuda pactada entre Sánchez y los separatistas «por dignidad»

El debate sobre la condonación de la deuda ha escalado en España, especialmente tras el acuerdo entre el Gobierno central y los partidos separatistas. En este contexto, la Generalitat Valenciana, a través de su secretario autonómico de Hacienda, Eusebio Monzó, ha expresado un firme rechazo a la propuesta este viernes. La postura de la Comunitat Valenciana se basa en la convicción de que este pacto no aborda la raíz de su problema financiero, que es un sistema que consideran profundamente deficiente y que genera una deuda insostenible. El Consell insiste en que cualquier solución debe corregir la falta de ingresos, no simplemente perdonar deudas, ya que esto último no garantiza una mayor capacidad de gasto a futuro.

Para Monzó «la Generalitat Valenciana rechaza por dignidad la condonación (de la deuda) pactada entre Sánchez y los separatistas» y exigimos una solución para la deuda vinculada a la reforma de la financiación autonómica, ya que el mayor problema de la Comunidad Valenciana es la falta de ingresos derivada del sistema actual, lo que provoca una deuda muy elevada».

La crítica de la Generalitat no solo se centra en el fondo, sino también en la forma en que se ha gestado la medida. Monzó ha señalado que el acuerdo fue pactado de manera unilateral entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Esquerra Republicana de Cataluña, sin considerar las posturas de la mayoría de comunidades autónomas representadas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Para la Generalitat, este método socava el diálogo multilateral y excluye las necesidades y criterios de financiación específicos de la Comunidad Valenciana, lo que demuestra un profundo desdén por la pluralidad de voces en el panorama político y económico del país.

Desde la perspectiva valenciana, la propuesta de condonación de deuda es percibida como un parche que no beneficia a la comunidad a largo plazo. Aunque podría ofrecer un alivio financiero inmediato, no resuelve la asimetría fiscal subyacente que ha llevado a la región a acumular una deuda tan elevada. La posición de la Generalitat es clara: en lugar de un trato especial a ciertas regiones, se requiere una reforma integral del modelo de financiación que garantice ingresos suficientes y equitativos para todas las autonomías. El gobierno valenciano aboga por una solución que asegure su viabilidad económica a futuro y le permita gestionar sus servicios públicos con la autonomía y dignidad que merece.

Monzó afirma que «tanto en el fondo como en la forma en que se acordó unilateralmente con Esquerra, sin tener en cuenta el resto de los votos de la mayoría en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y sin tener en cuenta los criterios de financiación que requiere la Comunidad Valenciana. El secretario autonómico señala que «esto que no beneficia en absoluto a nuestra comunidad, ya que no implica mayor capacidad de gasto, entendemos que no es la mejor fórmula».

Este conflicto pone de manifiesto una de las mayores tensiones territoriales en España: la distribución de recursos entre las comunidades. Mientras algunas regiones, como Cataluña, ven en la condonación una herramienta para aliviar su carga financiera, otras, como la Comunidad Valenciana, se sienten perjudicadas por lo que perciben como un trato preferencial que ignora sus propias dificultades. El rechazo de la Generalitat Valenciana subraya que la solución a la deuda autonómica debe ser un acuerdo justo y consensuado que beneficie al conjunto del país, y no una medida pactada que genere resentimiento y desigualdad entre los territorios.

Imagen: El ministro Félix Bolaños y el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña y líder de ERC, Oriol Junqueras (PSC).

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