Los aeropuertos españoles atraviesan un momento histórico con cifras récord de tráfico aéreo y de llegada de turistas internacionales, pero en paralelo se ha abierto un nuevo frente con Ryanair. La compañía irlandesa, líder en volumen de pasajeros en España, ha intensificado sus críticas a Aena y al Gobierno, lo que ha provocado una contundente respuesta.
Según el comunicado difundido por Aena, Ryanair mantiene una “estrategia de presión constante” contra gobiernos europeos con el objetivo de conseguir beneficios económicos sufragados por los contribuyentes. “La aerolínea tiene una inquietante concepción plutocrática del sistema político”, denuncia el escrito, recordando que Ryanair ha llegado a reclamar dimisiones de ministros y hasta de la presidenta de la Comisión Europea.
En su última rueda de prensa, Ryanair llegó a afirmar que “España está ahora mismo cerrada al turismo” y que el Ejecutivo es “antiturismo”. Aena considera estas declaraciones “falaces e incomprensibles” en un contexto de récord histórico: cerca de 100 millones de visitantes internacionales en 2025 y un volumen de vuelos sin precedentes programados para la temporada de invierno.
El conflicto se centra en la subida prevista de 0,68 € en las tarifas aeroportuarias de 2026. Aena recuerda que la medida está regulada por la Ley 18/2014 y no es una decisión arbitraria, al tiempo que subraya que España cuenta con algunas de las tarifas más competitivas de Europa. Mientras Ryanair acusa a Aena de encarecer sus operaciones, el gestor aeroportuario señala que la aerolínea irlandesa ha subido un 21% el precio medio de sus billetes en el último año.
Otro punto de fricción es la petición de Ryanair de mayores subvenciones para operar en aeropuertos regionales. Aena rechaza esa exigencia y recuerda que ya existen bonificaciones de alrededor de 2 € por pasajero adicional, muy por debajo del promedio de tarifas en grandes aeropuertos. La realidad, sostiene el comunicado, es que “Ryanair traslada sus aviones a los aeropuertos en los que puede fijar precios más altos en sus billetes y ganar más dinero”.
El gestor aeroportuario también cuestiona el discurso de la aerolínea sobre sus inversiones en España: “Cuando Ryanair dice que podría invertir miles de millones en nuestro país, en realidad se refiere a la compra de aviones Boeing, cuya fabricación en España no llega al 3%”.
El choque alcanza incluso al terreno reputacional. Aena considera “un resbalón” que el consejero delegado de Ryanair, Eddie Wilson, elogiara el aeropuerto de Castellón —que en 2023 perdió 11,6 millones sufragados por los ciudadanos valencianos— como modelo a seguir.
Por último, el comunicado subraya que el sistema aeroportuario español es sostenible y eficiente gracias a un modelo solidario en el que los aeropuertos grandes compensan a los pequeños, sin recurrir al dinero de los contribuyentes. “Si España diseñara sus aeropuertos al son de las exigencias y el chantaje de Ryanair, a medio plazo dejarían de funcionar bien y no serían sostenibles”, advierte Aena.



