La última etapa de la Vuelta Ciclista a España ha sido suspendida en un desenlace caótico y sin precedentes, después de que manifestantes propalestinos lograran bloquear el recorrido en Madrid. El incidente, que ha eclipsado la victoria deportiva del danés Jonas Vingegaard, ha desatado una nueva tormenta política y se saldó con dos detenidos y 22 policías heridos.
La jornada final de la carrera, que debía recorrer 100 kilómetros desde Alalpardo hasta la meta en Cibeles, se detuvo abruptamente en el kilómetro 57, a la altura de los Jardines del Moro, cuando un grupo de activistas invadió el circuito, derribando vallas y forzando a los ciclistas a detenerse. La imagen de los corredores, incluido el ya virtual campeón Vingegaard, con el pie a tierra y rodeados de un dispositivo de seguridad de 1.500 agentes, quedará para la historia como un símbolo de este controvertido final.
El incidente es la culminación de un tenso clima que ha envuelto a la Vuelta desde su inicio, centrado en la presencia del equipo ciclista Israel-Premier Tech. A pesar de las presiones para que se retirara, el equipo se mantuvo en la competición, convirtiendo el evento deportivo en un foco de protesta política.
Una vez cancelada la etapa, miles de manifestantes con banderas palestinas y kufiyas tomaron el centro de Madrid, generando enfrentamientos con la policía. La situación, descrita como «incontrolable» por las autoridades, provocó cargas policiales y disparos de pelotas de goma, especialmente en puntos como Callao y Cibeles.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, ha calificado de «vergüenza» las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien horas antes del incidente había expresado su «admiración» por las protestas en un mitin en Málaga. Este respaldo ha generado fuertes críticas por parte de la oposición, con líderes como Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida responsabilizando a Sánchez de los sucesos.
Así, la Vuelta a España concluye de manera anticipada, sin podio ni celebración final. Vingegaard, que se coronó campeón tras su triunfo en la etapa de la Bola del Mundo, suma su primera Vuelta a sus dos victorias en el Tour de Francia, pero lo hace sin la tradicional fiesta en la capital, en una edición que ha girado más en torno a la política que al deporte.



