El cónsul de Ucrania en la Comunidad Valenciana, Pablo Gil, ha analizado la situación actual del conflicto entre Ucrania y Rusia, destacando el impacto que está teniendo la nueva estrategia de Kiev en los últimos meses. “El cambio de estrategia de este verano puede que le dé réditos en breves. Ha elaborado un plan de ataque a las refinerías de Rusia, que son su primera fuente de ingresos y que no son rápidas en reconstruir, por lo que la población necesita ese suministro”, explicó.
Gil detalló que la ofensiva ucraniana ha logrado dañar gravemente la infraestructura energética rusa: “De las 38 refinerías, 16 están inútiles. Ha bajado un 20% los ingresos que tenían por la venta de petróleo y derivados, en un presupuesto que va a ser expansivo para financiar la guerra sin generar riqueza en el país y que además venía ya tocado de ejercicios anteriores, por lo que la situación para ellos es crítica”.
Según el diplomático, Rusia atraviesa una crisis estructural que refleja su incapacidad para modernizar su sistema productivo: “Rusia es una gran gasolinera y con la desindustrialización soviética no ha sido capaz de regenerar su sistema, solo son ensambladores con cierta capacidad de según qué países, teniendo toda una red que les sale muy caro con intermediarios”.
En el plano militar, Gil aseguró que los avances rusos son mínimos: “Todos los avances de Rusia en el 2024 han sido del 1%, por lo que refleja que su progresión está atascada. Aquí hay 1.500 kilómetros de frente y está abierto, pero es que además hay una línea invisible de 20 kilómetros donde los drones acaban con todos”.
Asimismo, destacó la evolución tecnológica de las fuerzas ucranianas: “La tendencia es que Ucrania cada vez es más autónoma y tiene mejor capacidad productiva de armamento, con misiles y tecnologías clave con unos medios más descentralizados para la llegada del invierno”.
Sobre el panorama internacional, Pablo Gil señaló que “Rusia sigue atacando a la población civil y las grandes potencias siguen viendo que la máscara de Putin se va cayendo poco a poco, y por ello se sigue liberando armamento para Ucrania. Trump no se cree nada de Rusia y seguirá apoyando a nuestro país para defenderse”.
El cónsul ucraniano también vinculó la inestabilidad política en Europa con la estrategia rusa de desinformación: “Una crisis política en Francia tiene mucha relación con todo lo que pasa en el mundo. Hay una guerra híbrida que se hace en los medios de comunicación y redes sociales donde Rusia puede triunfar, porque cuanto peor vaya un orden establecido, para ellos mucho mejor, porque las opciones más extremas suelen conectar con aquellos discursos autoritarios”.
Finalmente, Gil advirtió sobre el riesgo creciente en la seguridad europea: “Ahora mismo, cualquier síntoma de debilidad, los enemigos dan un paso hacia delante. Con los drones que Rusia está sobrevolando en ciertos espacios europeos e infraestructuras clave, se refleja que esto va a una velocidad tremenda y se necesita tecnología de defensa”.



