La capital de España ha vivido esta mañana una intensa y emotiva conmemoración del Día de la Fiesta Nacional. Bajo la presidencia de Sus Majestades los Reyes, el desfile militar de este año, que se extendió a lo largo del Paseo del Prado y de Recoletos, no solo celebró la historia colectiva, sino que se convirtió en la pasarela de una nueva era para las Fuerzas Armadas. También acudieron autoridades civiles, como los presidentes autonómicos, pero en esta ocasión faltaron seis, entre ellos los de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, Región de Murcia e Islas Baleares por las consecuencias de la dana ‘Alice’ en sus territorios.
El momento que robó todas las miradas ocurrió en el aire: la legendaria Patrulla Águila realizó su último gran sobrevuelo de la Fiesta Nacional. En un gesto cargado de simbolismo, la formación fue relevada inmediatamente por los nuevos aviones Pilatus PC-21 del Ejército del Aire y del Espacio, cuya ‘Formación Mirlo’ se estrenó hoy, dibujando por primera vez los colores de la enseña nacional en el cielo de Madrid.
Si el aire protagonizó una despedida, la tierra ofreció un claro reconocimiento al servicio ciudadano. La Unidad Militar de Emergencias (UME) tuvo una presencia inédita y destacada en el desfile de hoy, con dos compañías marchando en lugar de la única habitual. Esta ampliación marcó su 20º aniversario y sirvió como homenaje directo a su «excelente trabajo» en operativos recientes. Los ciudadanos, que aplaudieron fervientemente a la Unidad, recordaron así su crucial labor tras el paso de la dana en la Comunidad Valenciana y su incansable participación en la ‘Lucha contra los Incendios Forestales’.
A este reconocimiento se sumó el Ejército del Aire, pues parte de su flota aérea que participó en el desfile forma parte del 43 Grupo, el cual superó las 200.000 horas de vuelo tan solo durante el mes de agosto en el operativo antiincendios.
Cifras
Cerca de 4.000 integrantes de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad desfilaron, movilizando más de 160 vehículos motorizados, 45 aviones, 29 helicópteros, 229 caballos y seis perros. La modernización de la Armada también ha tenido un peso específico esta mañana, pues el desfile recordó hitos recientes como la botadura de la fragata F-111 ‘Bonifaz’ y la puesta a flote del submarino S-82 ‘Narciso Monturiol’, además de la llegada de los primeros helicópteros NH-90.
La jornada también fue un espejo del compromiso global: en las primeras horas del domingo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, mantuvo una videoconferencia con los responsables de las misiones internacionales, reafirmando el papel de los más de 3.000 militares españoles desplegados bajo bandera de la UE, la OTAN y la ONU.
En resumen, el desfile de esta mañana ha sido un vívido reflejo de una institución inmersa en una apuesta clara por la profesionalidad y la vanguardia, al tiempo que celebró el 240º aniversario del decreto de Carlos III que estableció la bandera que hoy ha ondeado orgullosa en el cielo de Madrid.
Después del desfile se celebró el tradicional besamanos y recepción en el Palacio Real de Madrid con presencia de los Reyes de España, la princesa de Asturias, Leonor, y la la infanta Sofía.
Imagen. Cuenta de X de la Casa Real.
