El presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha comparecido este lunes en la comisión de investigación del Congreso sobre la dana del 29 de octubre de 2024 reivindicando que siempre ha respetado a las víctimas y que ha asumido “la máxima responsabilidad política posible” con su dimisión. Una idea que ha repetido en varios momentos de su intervención para remarcar que, según ha dicho, nunca ha rehuido su papel institucional.
Mazón ha sostenido que durante la jornada de la catástrofe estuvo “pendiente del teléfono” y actuó con la información que llegaba al Cecopi, el centro de coordinación de emergencias, aunque ha insistido en que esa información fue “insuficiente” por parte de organismos dependientes del Gobierno central. Esa falta de datos, ha asegurado, condicionó cualquier capacidad de reacción.
El líder del PPCV también ha admitido que pudo no escuchar alguna llamada durante las peores horas del temporal. En concreto, se ha referido a la comunicación que la entonces consellera de Emergencias, Salomé Pradas, le realizó a las 19:10 horas. “Es posible que no la oyera, tenía el móvil en la mochila”, ha dicho Mazón, intentando explicar por qué no atendió ese aviso.
Otro de los puntos controvertidos ha sido el retraso en el envío del mensaje de alerta Es-Alert, que no se difundió hasta las 20:11, pese a estar listo más de hora y media antes. Mazón ha evitado asumir responsabilidad directa en esa decisión y ha respondido que deberán aclararlo “los responsables operativos”.
Durante el debate, Mazón ha defendido en repetidas ocasiones que la consellera Pradas “nunca se negó” a activar el aviso y que él no recibió ninguna petición para autorizarlo, subrayando que esa competencia no recae en la presidencia. Cuando la portavoz de Podemos, Ione Belarra, le ha reprochado que actuara como un “florero” sin capacidad de gestión, Mazón ha replicado que las decisiones técnicas deben tomarse desde la experiencia profesional: “Había técnicos con más de 30 años de trabajo en emergencias. No le corresponde decidir a quien no tiene la capacitación”.
La comparecencia ha vuelto a poner sobre la mesa uno de los debates que siguen abiertos tras la tragedia: dónde falló realmente la cadena de mando y si el sistema de alertas y coordinación funcionó como debía en uno de los episodios meteorológicos más devastadores de las últimas décadas.



