Mientras el fragor de la guerra se mantiene con intensidad, como demuestra el reciente bombardeo ruso en Ternópil que dejó al menos 25 muertos y más de 60 heridos, los movimientos diplomáticos subterráneos han cobrado un protagonismo inesperado. Portales de noticias como Politico y Axios han informado sobre un supuesto acuerdo de paz a dos bandas, gestado entre Washington y Moscú, que podría estar listo para su aprobación a finales de esta misma semana, o incluso a finales de mes, planteando un escenario donde Ucrania y sus aliados europeos quedan, por el momento, al margen de la toma de decisiones sobre su propio futuro.
Este plan, cuya estructura es descrita como altamente detallada —con 28 puntos clave, según Axios— y que se inspira en el modelo negociador propuesto por Estados Unidos para la crisis en Gaza, ha sido liderado por el enviado estadounidense Steve Witkoff y el representante ruso Kiril Dimitriev, hombre de confianza de Vladímir Putin. La propuesta dividiría el cese de hostilidades en cuatro grandes áreas: paz territorial en Ucrania, garantías de seguridad, seguridad en Europa y el futuro de las relaciones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania.
Actualmente, todos nuestros servicios siguen trabajando en Ternópil para ayudar a las víctimas y salvar el mayor número posible de vidas. Se han establecido puntos de invencibilidad, donde las personas pueden recibir el apoyo que necesitan. Trágicamente, esta noche, el pueblo de Ternópil fue quien más sufrió por la agresión rusa en este ataque masivo.
A día de hoy, sabemos que este ataque ruso ha cobrado 25 vidas, incluidos tres niños. Una vez más, los rusos han matado a personas inocentes y pacíficas que simplemente dormían en sus casas. Mis condolencias a todos los que han perdido familiares y seres queridos. 93 personas han resultado heridas. Están recibiendo atención médica. Todavía hay personas atrapadas bajo los escombros, y los primeros intervinientes continúan con las operaciones de búsqueda y rescate.
Rusia nunca se detendrá por sí sola. Su objetivo es seguir matando y destruyendo vidas en Ucrania. Solo una presión fuerte sobre el agresor puede detener esto. Cada vida importa. Cada vida debe ser protegida. Y estoy agradecido a nuestros socios que están dispuestos a presionar a Rusia, ayudar a nuestro pueblo y hacer todo lo posible para restaurar una paz justa. Cuenta de X de Zelensky.
El gran interrogante que planea sobre la propuesta es cómo se abordaría la espinosa cuestión del control territorial en Ucrania oriental, donde Rusia ocupa áreas significativas pero aún menos de las que reclama para un alto el fuego definitivo. La filtración de este plan ha generado una profunda preocupación entre los aliados europeos, a quienes se les presentaría el acuerdo como un hecho consumado, exigiendo un visto bueno de último momento.
Propuesta ‘razonable’
La Casa Blanca, según fuentes citadas por Politico, sostiene que la propuesta es «razonable». No obstante, la administración estadounidense considera que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se vería «forzado a aceptar» los términos que se le ofrezcan, dadas las continuas bajas causadas por los bombardeos rusos y la percepción de un debilitamiento interno causado por recientes escándalos de corrupción en su gobierno. La postura estadounidense es particularmente tajante, con un representante anónimo del Gobierno citando al digital: “No nos importan realmente los europeos. Lo importante es que Ucrania acepte”.
Esta escalada en las negociaciones secretas coincide con la llegada a Kiev de una delegación de alto nivel del Pentágono, encabezada por el secretario para el ejército, Dan Driscoll, y dos generales de cuatro estrellas. Este viaje, que se mantuvo en secreto, es uno de los pocos realizados por representantes de Washington a Ucrania desde el regreso de Donald Trump al poder en enero, y tiene como misión principal reactivar el diálogo. Así, mientras las conversaciones privadas entre las potencias parecen ganar impulso, Rusia mantiene una intensa presión militar en el terreno, demostrando que la diplomacia bajo coacción es, por ahora, la única vía activa para buscar una salida al conflicto.
Imagen: Destrozos tras el bombardeo de este miércoles en Ternópil. Cuenta de X de Zelensky.



