El ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Andrés Romera ha criticado con dureza el retraso histórico que arrastra el Corredor Mediterráneo, asegurando que las previsiones oficiales no se ajustan a la realidad técnica ni al compromiso político necesario para culminar una infraestructura clave para la competitividad del país. “El Corredor Mediterráneo va con retraso desde hace años. Incluso en el siglo pasado ya se hablaba de esta obra tan importante. Se debe dejar de hablar y empezar a construir de una forma eficiente y ágil”, afirmó.
Romera considera que el Ministerio mantiene previsiones que no se corresponden con el estado real de los trabajos:“Los tiempos que se manejan desde el Ministerio para finalizar la infraestructura son totalmente irreales. No se aplican a la realidad y luego no hay un compromiso real”.
El ingeniero recordó que uno de los objetivos centrales del proyecto es enlazar algunos de los puertos más potentes del sur de Europa: “Con esta infraestructura, un objetivo fundamental es comunicar los puertos del arco mediterráneo, como Algeciras, Valencia y Barcelona, para que puedan conectarse con Francia”.
Sin embargo, alertó de que algunas de las soluciones que se están proponiendo pueden comprometer el futuro del sistema ferroviario. En concreto, mostró preocupación por la llamada tercera vía o tercera plataforma:“Las plataformas diseñadas para alta velocidad no son las mismas que las de mercancías porque las pendientes deben ser mínimas para el transporte ferroviario. Ahora bien, la tercera plataforma puede ser una auténtica chapuza”.
Falta de mantenimiento y riesgos para la seguridad
Romera también denunció que los problemas no se limitan a retrasos y decisiones técnicas cuestionables, sino que alcanzan el mantenimiento y la seguridad: “No se están haciendo las cosas de forma adecuada. No se está manteniendo, por cuestiones de financiación, puntos primordiales para la seguridad, estabilidad y eficacia del servicio ferroviario”.
Para ilustrar el riesgo, mencionó incidentes recientes que deberían encender todas las alarmas: “El pantógrafo es una masa de metal que, si se hubiera dirigido hacia el convoy, hubiese creado un gran problema. Oír estas noticias en un país que se supone puntero en Europa refleja que no se está invirtiendo lo necesario”.
Las declaraciones de Romera ponen el foco en un aspecto técnico que a menudo pasa desapercibido en el debate público: la necesidad de abordar las obras con rigor, financiación estable y una planificación transparente. El ingeniero insistió en que el Corredor Mediterráneo es una infraestructura estratégica para la economía española y para su integración con Europa, pero que solo podrá cumplir su función si se ejecuta con criterios de calidad y seguridad.



