La toma de posesión de Juanfran Pérez Llorca como nuevo president de la Generalitat Valenciana fue recibida en los pasillos de Les Corts con una fuerte polémica generada por la situación de su predecesor, Carlos Mazón. Los grupos de la oposición, PSPV y Compromís, coincidieron en censurar lo que consideran una «incoherencia» entre el discurso institucional y las acciones del grupo parlamentario popular.
El centro del reproche se situó en la subida salarial de 8.800 euros anuales que el grupo del PP ha otorgado a Carlos Mazón al nombrarlo portavoz de la Comisión de Reglamento, apenas un día después de que Llorca pidiera perdón a las víctimas por los errores de las administraciones durante la dana de octubre de 2024.
El síndic del PSPV, José Muñoz, fue categórico al señalar que «No se puede decir con una mano que pide perdón a las víctimas y la otra sirva para que a Mazón no solo le mantenga el acta sino para que cobre más». Por su parte, Joan Baldoví, síndic de Compromís, calificó el movimiento como un «nuevo insulto a las víctimas».
El nombramiento de Mazón como portavoz de la Comisión de Reglamento es especialmente sensible, ya que esta comisión «solo se ha reunido una vez en cinco años». El síndic del PP, Fernando Pastor, salió en defensa de la decisión, asegurando que no existe «trato de favor» y que esa portavocía es habitual para todos los parlamentarios.
Vox lanza advertencias
Muñoz acusó al nuevo president de «encubrir los pactos ocultos con la extrema derecha» al no detallar qué acciones tomará el Consell respecto a temas pactados con Vox como la inmigración, el pacto verde o los derechos de las mujeres, exigiendo que hable de los «pactos reales».
Baldoví deseó que el mandato de Llorca sea tan «corto» como su discurso. También cuestionó la crítica de Llorca a la gestión de la dana: si las administraciones «no estuvieron a la altura», Baldoví se preguntó si eso implica que ahora deba «cesar a todos los consellers» que participaron en aquella gestión.
Por su parte, el síndic de Vox, José María Llanos, respaldó el nombramiento de Llorca, pero lanzó una clara advertencia: su partido no ha dado un «cheque en blanco». Llanos recordó el ejemplo de Extremadura, donde la presidenta María Guardiola forzó elecciones por no llegar a acuerdos con Vox, y aseguró que fiscalizarán, vigilarán y apoyarán solo aquello que sea «bueno para los valencianos»,



