El asesor inmobiliario Edilson de Freitas ha advertido de que el mercado de la vivienda atraviesa un punto de máxima tensión y se prepara para un 2026 especialmente complejo. Según explicó, el cierre del año mantiene un bajo nivel de operaciones, salvo en el caso de inversores que buscan optimizar su fiscalidad antes de terminar el ejercicio. “El mercado está muy a tope, aunque en el cierre de año hay poco movimiento a no ser que hablemos de inversores por tema de fiscalidad”, señaló.
De Freitas alertó de que el próximo año podría marcar un cambio notable en la disponibilidad de inmuebles debido a la finalización masiva de contratos de alquiler firmados en los años posteriores a la pandemia. “Se aproxima un 2026 bastante duro porque finalizan muchos contratos de alquiler que vinieron a raíz del Covid, donde habrá mucha movilización de vivienda”, explicó.
Uno de los elementos que influirá en este escenario será la nueva normativa que entrará en vigor el 1 de enero. El asesor destacó que la ley modificará el tratamiento de las ocupaciones ilegales, lo que liberará un volumen significativo de viviendas. “A partir del 1 de enero se van a tratar las ocupaciones de una forma diferente y por ley se van a liberar bastantes inmuebles”, indicó.
De Freitas también puso el foco en la relación entre el mercado inmobiliario y el contexto económico general, insistiendo en la dependencia del sector respecto a la financiación bancaria. “Todo lo que se mueve en la economía influye en la vivienda y viceversa. Es verdad que, aunque en este sector se mueve dinero, se depende mucho de la financiación y de que participen los bancos con unos productos financieros sanos”, afirmó.



