Bruno Broseta, director de Empresa de la Universidad Europea, analizó en el especial de El Intercafé durante el Smarts Meeting–Investors Day los grandes desafíos a los que se enfrentan las startups y el propio ecosistema innovador. Subrayó que una empresa emergente no es más que una búsqueda constante de un modelo de negocio viable, y advirtió que, si ese modelo no es adquirido o validado por el mercado, las probabilidades de fracaso alcanzan el 80%.
Broseta defendió que las empresas necesitan profesionales con una visión completa del modelo de negocio, aunque los especialistas sigan siendo necesarios. Para él, la cultura empresarial debe convertirse en un proyecto sólido en construcción, en el que la tecnología esté integrada desde el principio y permita generar organizaciones competitivas y adaptadas.
El directivo resaltó además que las capacidades internas de las compañías son determinantes para atraer inversión. En este sentido, consideró imprescindible que el talento sea capaz de ajustarse a las demandas tecnológicas actuales, pero también que sepa explicar, comunicar y vender su proyecto de forma eficaz. Formar a los mejores, dijo, implica dotarlos tanto de conocimientos técnicos como de habilidades transversales.
Broseta insistió en que el objetivo compartido por todo el ecosistema emprendedor debe ser aumentar la tasa de supervivencia de los proyectos que nacen cada año. Para ello, la Universidad Europea combina formación en áreas nucleares con análisis de datos y experiencias reales, con el fin de que los estudiantes desarrollen una trayectoria alineada con las exigencias empresariales.
Por último, destacó la importancia de incentivar la participación de medianas y grandes empresas en el entorno innovador. Recordó que muchas startups surgen precisamente en el interior de estas compañías, especializándose en áreas concretas y evolucionando después hacia modelos de gestión propios. Su implicación, afirmó, es clave para fortalecer el tejido innovador y generar nuevas oportunidades de crecimiento.
