Madrid, 15 dic (EFE).- Salomé Pradas, exconsellera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, ha manifestado este lunes ante la Comisión de Investigación del Congreso sobre la dana de octubre de 2024 que es «innegable» que se deben «reconocer fallos» en la gestión del episodio, pero que ella siempre estuvo «al pie de cañón institucional».
Aunque inicialmente Pradas se había acogido a su derecho a no declarar por consejo de su equipo jurídico «y por respeto a la investigación judicial» en la que está inmersa, la compareciente ha tomado finalmente la palabra, primero para hacer precisiones terminológicas o competenciales y después, de forma más extensa, para defenderse de las críticas de los diputados.
«Ante falsedades y mentiras no me puedo callar», ha dicho. «Es innegable que debemos reconocer fallos», ha señalado Pradas al aludir a lo que recoge en ocho folios de consideraciones que ha intentado leer al comienzo de su comparecencia, sin que la presidenta de la Comisión se lo permitiese. «Hasta hoy nadie ha reconocido lo que digo en estas consideraciones», ha indicado.
La exconsellera, investigada en la causa judicial por la gestión de la dana, ha asegurado que ella fue «la que estuvo al pie del cañón institucional y dando la cara» y que «todos los vídeos demuestran que quien estaba pidiendo información y preguntando si estaban los medios desplegados era la señora Pradas».
«Quiero colaborar hasta el final a que se sepa la verdad, y al final se sabrá», ha afirmado. También ha señalado que el aviso ES-alert «no se había usado nunca en la Comunitat Valenciana» y «en ningún lugar estaba escrito ante qué condiciones debía usarse».
Su envío, ha continuado, respondió a «una propuesta técnica» y, aunque «hubo discrepancias entre los técnicos de mayor rango», Pradas ha aseverado que «ninguna acción» por su parte «ralentizó el envío» del aviso.
«No pedí autorización a nadie ni esperé a nadie», ha subrayado. Salomé Pradas ha roto a llorar durante el interrogatorio del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, cuando este le ha llevado hasta su mesa un trozo de la cuerda que el día de la riada estuvo sujetando a una niña china que finalmente falleció, aunque luego se ha recompuesto y ha roto su silencio por momentos.
Además de pedir a Rufián que no se dirigiera a ella en tono «paternalista», ha dicho que «en todo momento ha dicho la verdad» y que «no cambia un punto ni una coma de lo dicho en sede judicial» y ha aprovechado para «de nuevo» pedir «disculpas a las víctimas por no haber podido hacer más», algo que llevará «toda la vida» con ella, ha reconocido.
