El cónsul de Ucrania en la Comunitat Valenciana, Pablo Gil, ha advertido de la necesidad de reforzar la respuesta europea ante la guerra iniciada por Rusia, al considerar que muchas de las propuestas que se plantean para poner fin al conflicto reproducen “términos completamente extraídos de la propaganda rusa” y cruzan “el umbral del despropósito”.
Gil subrayó que, frente a estas posiciones, Ucrania mantiene una actitud constante de diálogo. “Ucrania siempre se sienta a la mesa de negociación, mientras que Rusia es la que acaba levantándose”, afirmó, insistiendo en que la voluntad negociadora ucraniana contrasta con la estrategia del Kremlin.
En este contexto, el cónsul destacó que la política europea de defensa está experimentando una evolución significativa. A su juicio, la Unión Europea “se está espabilando considerablemente”, no solo en el plano estratégico, sino también en el industrial, con la movilización de importantes recursos para garantizar la seguridad futura del continente.
Gil alertó asimismo del incremento de los ataques híbridos rusos contra infraestructuras y zonas clave en países como Polonia, Dinamarca o Alemania. Según explicó, se trata de una estrategia deliberada cuyo ritmo va en aumento y ante la que Europa debe reaccionar con determinación, corrigiendo décadas de falta de inversión y planificación en materia de defensa.
Pese a las dificultades que supone coordinar a casi una treintena de países en política exterior y de seguridad, el cónsul valoró que la UE está activando mecanismos que permiten acelerar la toma de decisiones. “Europa crece en la adversidad”, afirmó, señalando que la guerra ha puesto de manifiesto tanto las limitaciones como la capacidad de reacción del proyecto europeo.
En relación con el apoyo a Ucrania, Gil destacó la respuesta unánime de la Unión Europea, que ha servido de respaldo moral y político a una población que sufre directamente la invasión. En este sentido, recalcó que el conflicto es percibido en Ucrania como una guerra existencial, por lo que la ciudadanía no está dispuesta a aceptar un acuerdo de paz que suponga renunciar a su soberanía.
Sobre la situación interna del país, el cónsul abordó las cuestiones relativas a la corrupción y a los procesos democráticos. Explicó que Ucrania debe cumplir estrictos criterios de transparencia para avanzar en su adhesión a la UE y que, pese a las protestas ciudadanas, las investigaciones impulsadas por agencias independientes han permitido destapar casos relevantes, incluso en el entorno del poder ejecutivo. “Esto demuestra que en Ucrania puede investigarse al entorno del presidente Zelenski, algo impensable en Rusia”, señaló.
Finalmente, Gil se refirió a la situación militar y económica de Rusia, afirmando que el país continúa reclutando miles de combatientes cada año pese a haber sufrido pérdidas humanas masivas. Alertó de que la movilización de millones de soldados y el desgaste económico, con la liquidación de reservas de oro para cubrir déficits bancarios, podrían poner en riesgo la legitimidad del presidente Vladimir Putin si el conflicto no ofrece resultados tangibles para la población rusa.



