El presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat Valenciana (FECOREVA), José Alfonso Soria, ha trasladado un mensaje de moderado optimismo sobre la situación hídrica de la región, destacando que las reservas actuales y las previsiones permiten afrontar la próxima campaña con garantías, incluso ante escenarios adversos.
Soria explicó que, durante la reciente junta de explotación, se analizaron distintos escenarios de disponibilidad de agua, incluyendo situaciones de sequía extrema. En este sentido, aseguró que, aun en las condiciones más desfavorables, el sistema permitiría superar el año “sin apenas dificultades”, aunque reconoció que no se trataría de un escenario óptimo para el sector.
Las lluvias registradas durante la pasada primavera han tenido un impacto especialmente positivo en las presas de cabecera, mejorando de forma notable las reservas. Según detalló el presidente de FECOREVA, la mayoría de los sistemas hídricos de la Comunitat Valenciana se sitúan actualmente por encima del 50% de su capacidad, lo que permite realizar “previsiones muy buenas” de cara a la campaña agrícola.
No obstante, Soria advirtió de que los episodios de sequía seguirán siendo recurrentes y defendió la necesidad de avanzar hacia una mayor cultura del agua. En este marco, apostó por el uso de recursos alternativos que hasta ahora han tenido una aplicación limitada, como las aguas regeneradas, que permitirían diversificar el abastecimiento y generar nuevos recursos hídricos.
El presidente de FECOREVA puso en valor el papel de la Comunitat Valenciana en la depuración y reutilización del agua, subrayando que la región trata más del 40% del agua regenerada en toda Europa. “Esto demuestra que hacemos un uso eficiente y múltiple del agua”, afirmó, destacando el compromiso del territorio con una gestión responsable y sostenible.
En relación con el trasvase Tajo-Segura, Soria reiteró la preocupación del sector agrícola del Levante español, al considerar que se prioriza el envío de agua hacia Portugal frente a su aprovechamiento en zonas donde es esencial para la actividad económica y agrícola. A su juicio, esta situación evidencia una falta de solidaridad hídrica, pese a que los regantes del Levante han demostrado hacer “el mejor de los usos” del recurso.



