
En noviembre de 2011, durante la Conferencia General de la UNESCO, la comunidad internacional proclamó el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz. Esta jornada tiene como objetivo sensibilizar al público general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos. Gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, instituciones educativas y ciudadanos particulares ya implicados en la promoción de la música jazz, aprovechan esta oportunidad para fomentar la idea de que no se trata tan sólo de un estilo de música, sino de que el jazz contribuye también a la construcción de sociedades más inclusivas. Una buena muestra de esta capacidad de aglutinar se aprecia, según Blanco «Latino», en los propios músicos participantes, ya que «sus edades abarcan desde los 7 a los 70 años».
Romper barreras
Según los impulsores de la iniciativa y los artistas implicados, este género musical rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia, siendo eje de la libertad de expresión, símbolo de unidad y paz. Además, reduce tensiones entre individuos, grupos y comunidades y fomenta la igualdad de género. En este sentido, Blanco «Latino» destaca que «la participación femenina aumenta cada año y, gracias a ello, en las agrupaciones jóvenes podemos hablar ya de un 50 por ciento de presencia». Asimismo, refuerza el papel que juega la juventud en el cambio social, promueve la innovación artística, la improvisación, nuevas formas de expresión y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas, sin olvidar el diálogo intercultural y la integración de jóvenes provenientes de medios marginados.



