El ingeniero industrial y exdecano del COIICV, Salvador Puigdengolas, ha analizado la situación que atraviesa el sector de la automoción: “las marcas norteamericanas y europeas tienen el componente de la fiabilidad y la seguridad que le permite tener unos precios bastante altos, en cambio, los vehículos chinos son más baratos, pero no cumplen o no llegan a los estándares de seguridad que los nuestros si, por lo tanto el cliente tendrá que decidir”.
Pero una de las claves, según el experto en la materia pasa porque “las industrias occidentales necesitan un rediseño de los modelos para que sea atractivo para los clientes. Los fabricantes deben empezar a pensar lo que son las demandas de los usuarios para adaptar sus productos a él y de esa forma tener una política a largo plazo”.
Así pues, la causa principal de esta situación para Salvador Puigdengolas se radica en que “la UE cambió su plan de movilidad hacia la electrificación del motor. Todo ello conlleva que las empresas revisen sus planes de cada una de sus plantas, pero esta indefinición que genera incertidumbre total pues se traslada en sus trabajadores”.
“Ahora mismo hay marcas de automoción europeas que están muy sujetas a todas las políticas que se vienen estableciendo. Las políticas tan a corto plazo para un sector como la automoción, genera una retroacción por la que las industrias no se atreven a acometer tantas inversiones”, ha fundamentado el ingeniero industrial.
De hecho, acerca de la factoría de FORD en Almussafes, Puigdengolas ha afirmado: “la planta de producción es puntera a nivel tecnológico, es eficiente económicamente, y una incubadora de talento que es envidiable en todo el mundo”.
“UGT en toda la historia de FORD se ha comportado con una garantía para mantener el mayor número de puestos de empleo. Se valora muy positivamente la paz social que ha tenido porque siempre ha sabido valorar la coyuntura económica y social, por lo que sumado al talento que genera, crea una armonía muy positiva”, ha concluido el exdecano del COIICV.