La recuperación de las infraestructuras castigadas por la reciente catástrofe en la provincia de Valencia sigue siendo una carrera contra reloj marcada por la inestabilidad meteorológica. Juan Carlos Sanchis, Business Angel y analista en el programa radiofónico El Intercafé, ha advertido sobre la situación crítica en puntos neurálgicos como el barranco del Poyo, donde la maquinaria pesada continúa trabajando de forma incesante. Según su testimonio directo, localidades como Picanya mantienen todavía obras inacabadas cuya puesta en servicio podría verse demorada si las precipitaciones actuales persisten, lo que plantea un escenario de vulnerabilidad ante la posibilidad de que un nuevo episodio de lluvias intensas sorprenda a la población sin las defensas terminadas.
Sanchis ha puesto el foco en la necesidad de que la Comisión Europea no solo libere fondos, sino que realice un seguimiento exhaustivo de la eficacia de las ayudas en zonas donde los fenómenos climáticos son reincidentes. La propuesta del analista pasa por la creación de «líneas de financiación» específicas que reduzcan la asfixiante carga burocrática que actualmente ralentiza la llegada de capital a las zonas afectadas. No obstante, este apoyo financiero debería estar condicionado a una ordenación del territorio estricta, aclarando de forma tajante que no se otorgarán subvenciones para reconstruir en áreas donde previamente ya se había indicado la prohibición de edificar por riesgo de inundación.
En el ámbito de la prevención de grandes incendios forestales, un problema que ha mermado históricamente el patrimonio natural de la Comunitat Valenciana, Sanchis aboga por un salto tecnológico definitivo. Ante la pérdida incalculable de masa forestal en los últimos años, la propuesta del experto consiste en complementar la vigilancia humana tradicional con sistemas de cámaras dotados de inteligencia artificial capaces de detectar columnas de humo con una anticipación imposible para el ojo humano. Esta digitalización de la vigilancia permitiría una respuesta inmediata que evite que pequeños focos se conviertan en incendios incontrolables, optimizando así los recursos de extinción disponibles.
La visión de futuro para los próximos años requiere, según el analista, una dosis de honestidad por parte de la clase dirigente similar a la mostrada en otros países europeos. Sanchis ha citado como ejemplo el discurso de la mandataria italiana Giorgia Meloni, quien ha advertido a su ciudadanía de que 2026 presentará retos aún más complejos que 2025. En este sentido, el Business Angel ha instado a los políticos locales a ser realistas con la población, comunicando sin ambages la magnitud de los desafíos climáticos y económicos que se avecinan para que la sociedad civil pueda estar debidamente preparada y no se generen expectativas falsas sobre la velocidad de la reconstrucción.
