El ingeniero de caminos, canales y puertos Andrés Romera ha advertido sobre la necesidad urgente de adaptar la infraestructura hidráulica de la Comunitat Valenciana ante el nuevo escenario climático que está provocando fenómenos extremos como las DANAs. En este contexto, ha defendido que la única solución técnica viable para el desvío de los barrancos de la Saleta y del Poyo es su conexión directa con el cauce del río Turia.
Romera ha recordado que “el desvío de la Saleta y del Poyo está consensuado entre la autonomía y la Confederación Hidrográfica del Júcar desde 2010”. En respuesta a las recientes inquietudes del Ayuntamiento de Valencia, ha matizado: “Entiendo su preocupación, pero deben ser conscientes de que la única solución para desviarlos es hacia el cauce”.
El ingeniero ha subrayado la importancia de tomar decisiones basadas en datos científicos y técnicos actualizados. “Los ingenieros están midiendo con los pluviómetros actualizados, teniendo claro que el aporte puede ser de 900 hectómetros cúbicos adicionales a la actual capacidad. Y yo creo que todos, de forma científica, tienen cabida”, ha señalado en referencia a los nuevos estudios que se están realizando sobre el caudal y la capacidad de absorción del sistema hidráulico.
Romera ha remarcado que este no es un problema puntual de la capital, sino un desafío que afecta a toda la Comunitat Valenciana: “Debemos hacer un estudio técnico para saber qué remodelaciones y en qué infraestructuras debemos centrarnos”.
En relación con la historia hidráulica reciente, ha recordado que la creación del nuevo cauce del Turia se produjo tras las inundaciones históricas que sufrió la ciudad de Valencia. “Ahora bien, la realidad de la DANA ha cambiado todas las reglas”, ha afirmado, haciendo hincapié en que los patrones de precipitación actuales ya no responden a los modelos del pasado.
Romera insta a las administraciones a priorizar los criterios técnicos por encima de los políticos para garantizar la seguridad hídrica de la población: “No se trata de quién lidera el proyecto, sino de garantizar que la infraestructura responda eficazmente ante fenómenos cada vez más intensos y frecuentes”.